Denunciar negligencia en cirugía plástica mal hecha

Elena
Elena
agosto 6, 2025

En los últimos años, la cirugía plástica ha dejado de ser un lujo exclusivo para convertirse en un recurso accesible para miles de personas que desean mejorar su apariencia o corregir alguna imperfección. Sin embargo, cuando la ilusión de un cambio positivo se transforma en un resultado traumático, entramos en el terreno de la negligencia médica estética. ¿Qué hacer si la operación sale mal? ¿Cómo se reclama? ¿Qué se necesita para demostrarlo? Aquí te cuento todo lo que debes saber. 

Después de someterse a una intervención quirúrgica, es posible que surjan una serie de patologías, defectos, errores o daños a causa de esa operación. Esto puede ocurrir inmediatamente después, cuando se aprecia el resultado, o transcurridos días, semanas o incluso meses. Es en ese momento cuando se empieza a sospechar de haber sufrido una negligencia médica. 

No todo mal resultado implica una mala praxis, pero hay ciertos criterios que permiten diferenciar una complicación inevitable de una actuación negligente. Para que una cirugía plástica se considere una negligencia, deben darse tres elementos clave: 

  1. Existencia de daño: físico, funcional o estético. 
  1. Relación directa entre el daño y la actuación médica
  1. Incumplimiento de las normas médicas, técnicas o legales por parte del profesional

Por ejemplo, si se utiliza un implante defectuoso, si el resultado final es notoriamente diferente a lo pactado, o si el postoperatorio se gestiona sin control ni seguimiento, estamos ante un claro escenario de negligencia. 

La diferencia fundamental entre la cirugía plástica y la cirugía plástica estética es clave. Mientras que la primera tiene un enfoque reconstructivo o reparador por razones médicas —como corregir malformaciones, tratar secuelas de accidentes o enfermedades—, la cirugía estética se realiza por decisión voluntaria con el objetivo de mejorar la apariencia física. Esta elección personal implica una exigencia máxima en cuanto a profesionalidad, precisión y responsabilidad por parte del equipo médico.

Los errores en cirugía estética pueden manifestarse de muchas formas. Algunas son físicas y evidentes, otras requieren análisis más profundos. Estos son los indicios más frecuentes de una mala praxis: 

  • Tratamiento y cuidados posteriores incorrectos
  • Utilización de productos dañados o defectuosos
  • Insuficiente información sobre los riesgos de la intervención
  • Falta de seguimiento del paciente
  • Error o retraso en el diagnóstico postoperatorio
  • Prescripción inadecuada de medicamentos

A todo esto, se suman las distintas formas de culpa médica: 

  • Culpa profesional: el profesional no sigue los protocolos establecidos. 
  • Culpa consciente: el médico se arriesga sabiendo que el resultado puede ser negativo. 
  • Culpa inconsciente: por negligencia o desconocimiento, se omite un riesgo que debería haberse previsto. 

Conocer estos matices es esencial para determinar si existe responsabilidad legal y, por tanto, posibilidad de reclamar. 

Uno de los elementos más determinantes en estos casos es el consentimiento informado. Antes de proceder a cualquier operación, el profesional de la salud debe comunicar todo el proceso que se va a realizar, los riesgos implicados, y los beneficios esperados. 

Tal como marca la Ley 41/2002, el consentimiento debe ser libre, voluntario y consciente, y debe quedar reflejado por escrito en intervenciones quirúrgicas. En el caso de cirugías estéticas, esta obligación es aún más estricta. 

Según el Tribunal Supremo, «a menor urgencia de la intervención, mayor debe ser la rigurosidad en la información proporcionada». En cirugías puramente voluntarias, el consentimiento informado debe ser máximo y exhaustivo. Y cuidado: no exime al médico de responsabilidad, aunque el paciente haya firmado. 

Sospechar es solo el comienzo. Una vez empiezas a notar que algo no va bien, estos son los pasos que debes seguir: 

  1. Reunir toda la documentación médica: desde el consentimiento hasta informes postoperatorios. 
  1. Solicitar el historial clínico completo: es tu derecho y es imprescindible. 
  1. Recopilar pruebas del daño sufrido: fotos, testimonios, diagnósticos alternativos. 
  1. Contactar con un médico evaluador externo: es clave para obtener un informe de mala praxis. 

En muchas de las situaciones, por no decir la mayoría, se necesita la valoración de un médico, ya que cualquier reclamación tiene que estar apoyada de un informe de mala praxis visto desde un punto de vista externo. 

Este proceso puede ser emocionalmente agotador, pero es necesario para proteger tus derechos. 

Para presentar una reclamación efectiva, debes demostrar que se ha producido un daño físico valorable y que este ha sido consecuencia de una actuación u omisión negligente. Aquí entran las vías legales disponibles: 

  • Vía civil: para obtener una indemnización por daños y perjuicios. 
  • Vía penal: si se considera que la conducta del médico fue imprudente o temeraria. 
  • Vía contenciosa-administrativa: si la intervención se realizó en un centro público. 

Hasta la promulgación del Real Decreto 139/2003, la cirugía estética ni siquiera estaba reconocida como parte oficial de la especialidad. Hoy, se encuadra dentro de «Cirugía Plástica, Estética y Reparadora», y eso refuerza los estándares exigibles a los profesionales del sector. 

Cada caso es diferente y requiere analizar la naturaleza del vínculo con el centro médico o profesional. Si fue una clínica privada, probablemente proceda una demanda civil por incumplimiento contractual.  

La responsabilidad médica puede derivarse de: 

  • Falta de consentimiento. 
  • Incumplimiento del resultado prometido. 
  • Omisión de cuidados postoperatorios. 
  • Daños permanentes o visibles sin reparación. 

En todos los casos, la asistencia de un abogado especializado es esencial. 

En España, el baremo que regula las indemnizaciones por negligencias médicas es el Real Decreto Ley 35/2015, el mismo que se usa para accidentes de tráfico. Para determinar la cuantía, se tienen en cuenta: 

  • Daño físico: cicatrices, deformidades, secuelas. 
  • Daño moral: impacto psicológico, angustia, pérdida de autoestima. 
  • Daño económico: gastos médicos adicionales, pérdida de ingresos. 
  • Lucro cesante y daño emergente

Es fundamental señalar que no todas las insatisfacciones con el resultado de una cirugía estética constituyen un caso de negligencia médica. Las expectativas poco realistas de los pacientes a menudo juegan un papel en la insatisfacción con los resultados estéticos de una operación, lo cual no necesariamente implica negligencia médica. 

Desde el primer indicio de que algo no va bien tras la operación, documenta TODO: 

  • Fotos del antes y después. 
  • Conversaciones por escrito (emails, WhatsApp, etc.). 
  • Partes médicos y prescripciones. 
  • Facturas de consultas y tratamientos. 

También es necesaria la obtención de copia del historial médico del paciente relacionado con el caso. 

Actuar pronto puede marcar la diferencia entre un caso viable y una oportunidad perdida. 

Por qué es clave contar con un abogado experto en negligencias estéticas 

En el caso de que la cirugía realizada no ha obtenido los resultados esperados tras la intervención y no le dan una solución en la clínica donde se realizó la cirugía, es recomendable consultar con un abogado especializado en negligencias médicas por cirugía estética. 

Juriscentrum Abogado

Juriscentrum Abogado

Juriscentrum Abogados, es un despacho de abogados en Alcalá de Henares que cuenta con profesionales con amplia experiencia en todas las ramas del derecho y asesoría jurídica, capaces de ofrecer solución a todas tus dudas y consultas.

¿Necesitas un abogado en Alcalá?, Nosotros te llamamos

Rellena el formulario y te llamaremos lo antes posible.