La promesa matrimonial es parte del encanto de cara a una boda. Pero, ¿qué ocurre cuando ésta ya no sigue adelante? ¿Tiene el incumplimiento de promesa de matrimonio consecuencias? ¿Puede denunciarse? ¿La acción para hacerlo puede caducar?
Sabemos que te encuentras en un momento complicado y necesitas respuestas, por eso, vas a conseguirlas de mano de un abogado de mediación familiar. En este post, vamos a esclarecer las lagunas que tengas frente a este tipo de casos.
¿En qué consiste la promesa de matrimonio?
La promesa de matrimonio es aquella que los novios se hacen de forma mutua, lo que comúnmente se conoce como esponsales.
Estos esponsales están formados por una promesa de futuro casamiento:
- Ésta debe ser aceptada por ambas partes.
- Dichas partes han de ser personas hábiles en Derecho, es decir, susceptibles de contraer matrimonio.
Que se hable de contrato de promesa de matrimonio no significa que se “penalice” a quien, primero, diga de casarse y, luego, decida no hacerlo.
De acuerdo al Código Civil, la promesa de matrimonio no supone ni la obligación de casarse ni de cumplir lo que se hubiera estipulado para el supuesto de su no celebración.
Es decir, no se admitirá a trámite una denuncia para pretender su cumplimiento. Pero no todo acaba aquí.
Características de la promesa de matrimonio
Cabe aclarar que los efectos y los requisitos del matrimonio serán iguales, sean ambos prometidos del mismo sexo o no.
¿Quiénes no pueden casarse?:
- Menores de edad no emancipados
- Quienes ya estén ligados con vínculo matrimonial (delito de bigamia)
- Parientes de sangre (o por adopción) en línea recta hasta el tercer grado
Si bien decíamos al principio que la promesa de matrimonio ni crea obligación de contraerlo ni da lugar a indemnización, el afectado por la «marcha atrás» de su pareja podrá acreditar los gastos en atención a la celebración del futuro casamiento. Y éstos han de ser compensados por quien se retracte de su compromiso.
¿Qué es el incumplimiento de promesa de matrimonio?
El incumplimiento de promesa de matrimonio, sin causa, por una persona mayor de edad (o por un menor emancipado) únicamente obligará a resarcir a la otra parte de los gastos y obligaciones realizadas en consideración al casamiento prometido.
¿Cómo trata el derecho la promesa matrimonial?
Veamos qué dice sobre la promesa de matrimonio el Código Civil:
- No se admitirá a trámite la demanda con la que se pretenda su cumplimiento, como hemos comentado anteriormente. Esto quiere decir que no se puede pedir su cumplimiento forzoso y que esta exigencia no tendrá un soporte básico consistente.
- No obstante, considera que el contrato de promesa de matrimonio es un acto jurídico bilateral. Por lo que, si se produce su incumplimiento, existe una obligación de compensar los daños causados.
La promesa matrimonial es un mero acto social que indica el nacimiento de una obligación legal para reparar los daños que se demuestren en caso de que el casamiento no llegue a celebrarse.
¿Cómo debe ser la promesa para tener efectos jurídicos?
Cabe considerar el matrimonio como negocio jurídico bilateral, en el que dos personas manifiestan su consentimiento matrimonial, de relación plena y convivencia estable.
La posibilidad de un cumplimiento forzoso queda totalmente excluida, dado que este hecho afectaría a la libertad de una persona en la emisión de su consentimiento. Lo cual podría conllevar la nulidad del mismo matrimonio. Es más, nuestro Código afirma lo siguiente:
“No hay matrimonio sin consentimiento matrimonial. La condición, término o modo del consentimiento se tendrá por no puesta«.
Esta idea puede contemplarse en el artículo 45 del Código Civil.
Del mismo modo, no se puede hacer una promesa de matrimonio indicando que, si una de las partes decide no casarse, ésta debe pagar a la otra una cantidad concreta de dinero.
¿Qué sucede si después no se contrae matrimonio?
Recapitulando, si leemos el primer párrafo del artículo 42 del Código Civil, comprobaremos lo siguiente:
«La promesa de matrimonio no produce obligación de contraerlo ni de cumplir lo que se hubiere estipulado para el supuesto de su no celebración».
Y, más adelante, encontramos una norma procesal en su segundo párrafo:
«No se admitirá a trámite la demanda en que se pretenda su cumplimiento».
Para ello, además, se tiene que valorar si existe otra pretensión más allá de este cumplimiento. En ese caso, en el Auto de admisión de la demanda, se desestimará concretamente la que busca su cumplimiento, pero se admitirán las demás pretensiones solicitadas.
Si únicamente pides el cumplimiento de la promesa, se dictará Auto, procediendo al archivo del proceso. Pero, en el artículo 43 del Código Civil, se establece que el incumplimiento de promesa de matrimonio obliga a resarcir a la parte afectada por los gastos y las obligaciones contraídas derivadas del casamiento prometido.
Esto es así si no hay causa justa para romper la promesa matrimonial. Si la hubiera, no se estaría obligado a indemnizar.
Causa justa
El concepto de justa causa no ha de concretarse en abstracto, sino que se debe estudiar caso por caso. Así, se podrá valorar la realidad social que vive la pareja.
Hay que aclarar que nuestro Código no habla de “justa causa” como tal, sino de “causa”. Aunque, obviamente, ésta debe estar bien fundamentada.
Consecuencias del incumplimiento de promesa de matrimonio
Las consecuencias de romper la promesa matrimonial se detallan en el artículo 43 del Código Civil. Como ya se ha dicho, se tratan de los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración al matrimonio prometido.
¿Por cuánto tiempo es válida la promesa de matrimonio?
Este mismo artículo 43 señala que la acción derivada del incumplimiento de la promesa caducará pasado un año desde la de la negativa a la celebración del casamiento.
Entonces, ¿cuándo el incumplimiento de promesa de matrimonio genera responsabilidad?
La responsabilidad, por tanto, se ciñe a los supuestos en los que se haya declarado esta promesa en documento público o privado. De manera que, si una parte renuncia a casarse sin causa más adelante, deberá abonar a los costes producidos en razón del matrimonio prometido: por ejemplo, la señal para todo lo contratado de cara a la celebración de la boda.
De esta forma, las consecuencias deberán variar en función del momento en que tal incumplimiento se produzca.
¿Se debe indemnizar la promesa de matrimonio que se incumple?
La justicia ha ido delimitando qué clases de gastos son resarcibles y cuáles no lo son. Aquí, podrás aprender a distinguirlos:
Gastos resarcibles
Los desembolsos por los que se vaya a exigir indemnización han de ser:
- Reales y efectivos
- Efectuados únicamente con el patrimonio del demandante
- Realizados exclusivamente en consideración del casamiento prometido
Entonces, son indemnizables los siguientes ejemplos:
- Reserva del catering
- Viaje de luna de miel
- Invitaciones para la boda
- Las alianzas
- Etc.
Hay gastos que se encontrarían en el límite, por ejemplo, aquellos que tengan que ver con la peluquería o el maquillaje para la celebración.
¿Es indemnizable el dolor?
Los tribunales han desestimado la indemnización de los daños morales causados por el incumplimiento de promesa de matrimonio. Es decir, han descartado compensar el dolor generado en esta clase de circunstancias.
¿Y cuándo caduca la acción para poder reclamar?
Como hemos comentado antes, si quieres reclamar la ruptura de tu promesa matrimonial, tienes un año desde el día de la negativa de tu pareja a casarse. Por lo que te aconsejamos contratar un abogado matrimonialista cuanto antes. Este profesional no sólo está para asistirte en distintos tipos de divorcio, también te ayudará en estos casos.
¿Cómo reclamar?
Como ya te imaginarás, la justicia impone al demandante la obligación de demostrar la existencia de los gastos y su relación con la boda. Es decir, que deberás entregar tiques y facturas que prueben los desembolsos reclamados por el futuro casamiento que no se realizará.
Asimismo, puedes aportar otras pruebas (documentales o testificales) para dejar claro que estos costes se abonaron pensando en el futuro enlace.
Conclusión
El incumplimiento de promesa de matrimonio, aunque no obligue al casamiento, conlleva una serie de consecuencias según el Código Civil. Como has leído, para que éstas sean efectivas, tendrás que reunir pruebas y estar bien informado. Asimismo, deberás actuar a tiempo, pues, de lo contrario, la promesa matrimonial dejará de ser válida.
Para cualquier duda que tengas, puedes contactar con cualquier abogado de separación de Juriscentrum. Estaremos deseando ayudarte.
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