Recientemente, ayudamos a una clienta a lograr el reconocimiento de una incapacidad permanente absoluta. Este caso, colmado de obstáculos y desafíos, terminó con un resultado favorable que aseguró su bienestar futuro y reafirmó nuestra experiencia y dedicación en esta área del derecho laboral.
Valoración médica y procedimiento inicial
Nuestra clienta acudió al despacho buscando iniciar el procedimiento para obtener una incapacidad permanente absoluta. Para evaluar la viabilidad de su caso, trabajamos con peritos médicos, quienes revisaron exhaustivamente todos sus informes médicos, determinando que existía una base sólida para proceder. Con la valoración en mano, iniciamos el proceso formal de solicitud de incapacidad.
El tribunal médico la citó para una valoración, y al término de esta fase, se le concedió una incapacidad permanente total para su puesto de trabajo en la vía administrativa. Sin embargo, consideramos que, dadas las circunstancias de salud de nuestra clienta, la incapacidad permanente absoluta era lo justo, por lo que interpusimos una demanda en el plazo estipulado para reclamar este derecho.
Obstáculos en el proceso judicial
El camino hacia la sentencia definitiva fue largo y accidentado. En plena pandemia, el juicio fue suspendido, y cuando parecía que avanzábamos, una huelga de secretarios judiciales (Letrados de la Administración de Justicia) generó un nuevo retraso. Sin embargo, tanto nuestra clienta como nosotros en Juriscentrum permanecimos firmes, enfocados en el objetivo final.
Finalmente, llegó el tan esperado día del juicio. Durante la audiencia, nuestro perito en valoración de daño corporal se ratificó en su informe, proporcionando al juez un análisis detallado que respaldaba nuestra solicitud de incapacidad permanente absoluta.
La victoria y el desafío de la Segunda Instancia
El juez falló a nuestro favor, otorgando la incapacidad permanente absoluta que habíamos buscado desde el inicio. No obstante, la Seguridad Social decidió recurrir la decisión ante el Tribunal Superior de Justicia, intentando revocar la sentencia. Nos preparamos para esta nueva instancia con el mismo empeño y rigor, sabiendo que nuestra clienta merecía que se mantuviera el fallo de la sentencia.
El Tribunal Superior de Justicia finalmente ratificó la sentencia inicial, confirmando nuestra victoria y poniendo un punto final a un proceso largo, desgastante y agotador. Nuestra clienta, quien había puesto toda su confianza en nosotros, finalmente obtuvo el resultado que merecía, y nosotros tuvimos la satisfacción de haberla acompañado en cada etapa.
De la Incapacidad Permanente Total a la Incapacidad Permanente Absoluta
Este caso es un claro ejemplo de la tenacidad y compromiso de Juriscentrum en los casos de Incapacidad Permanente. Cuando aceptamos un caso, no solo defendemos los derechos de nuestros clientes, sino que los acompañamos en cada paso, luchando hasta el final para obtener la justicia que merecen. Estamos aquí para apoyar a quienes lo necesitan en los momentos más difíciles y para hacer valer sus derechos ante cualquier adversidad.