¿Qué son las secuelas derivadas de un accidente de tráfico?
Se trata de la merma en la salud sobrevenida por un siniestro vehicular. Toda modificación negativa con respecto al estado previo al incidente se entiende como secuela y debe ser indemnizada. Las secuelas se valoran según un baremo y pueden ser de tres clases: físicas, estéticas y psicológicas.
Secuelas físicas o funcionales
Se incluyen en este grupo aquellos perjuicios que están vinculados a dolores, dificultades de movilidad, problemas de funcionalidad, amputaciones de partes del cuerpo, etc. Estas secuelas pueden desaparecer, durar cierto tiempo o mantenerse toda la vida de la persona.
Secuelas estéticas
Hablamos de los daños que influyen en la imagen de la persona, empeorándola. Estas secuelas pueden ser estáticas (por ejemplo, una cicatriz) o dinámicas (por ejemplo, una cojera).
Se considera como circunstancia agravante del daño estético la imposibilidad de corregirlo. En caso de necesitar intervenciones de cirugía plástica para reparar el perjuicio, éstas también han de ser objeto de indemnización de manera compatible con la indemnización por las secuelas.
La valoración se hace según diversos aspectos: el grado de visibilidad, la atracción a la mirada, la reacción emocional y la posible influencia en las relaciones interpersonales del afectado.
Secuelas psicológicas
Existe un tipo de lesiones que pueden precisar de atención psicológica o psiquiátrica, las cuales influyen de manera negativa en la vida cotidiana de la víctima del siniestro. Ya sea por constituir problemas que no se observan a simple vista o por desinformación, suelen obviarse. No obstante, resulta crucial que se reclame una valoración justa de estos daños.
Son los que tienen que ver con estrés postraumático, las depresiones reactivas, los síndromes posteriores a una conmoción, trastornos de personalidad y otras alteraciones psicológicas.
Más de la mitad de las afectados por incidentes en carreteras requiere después un acompañamiento psicológico, con la finalidad de superar la crisis o lidiar con dicho trauma.